Williamsburg fue la ciudad colonial más rica y poblada del Imperio Británico en el norte de América, pero en 1776 se convirtió en el centro político, cultural y económico de una vasta región constituida como una república independiente asociada a la corona británica: Virginia, que se extendía desde los Grandes Lagos hasta el Océano Atlántico, cuando los Estados Unidos ni siquiera existían.
Sin embargo, aquí nacieron las ideas de libertad, igualdad, derechos y responsabilidades que más adelante serían el faro que orientaría las luchas por la independencia de esta gran Nación. Para saber cómo era la vida en aquellos tiempos, se ha creado Wiliiamsburg Colonial, esta ciudad que recibe cada año más de un millón de visitantes y concentra, en más de una milla de largo, 88 edificios públicos originales, 50 importantes edificios reconstruidos y 90 acres de jardines y prados restaurados con aspecto colonial.
Nuestro paseo puede comenzar por el área histórica, donde podremos ver más de quinientas casas y negocios restaurados sobre una superficie de 301 acres.
Luego podremos dirigirnos a la Ciudad Revolucionaria, una representación que refleja el rol de los habitantes de Williamsburg en las luchas por la Independencia y en la que los visitantes pueden ser parte de las actividades. Un lugar interesante para ver es el área en la que se encuentran los tradicionales talleres de oficios históricos, que se siguen practicando con las mismas técnicas que hace doscientos años.
Por otra parte interesará a grandes y chicos visitar el Centro de Interpretación Afro-americano, que cuenta la historia a partir de la llegada de los primeros africanos en calidad de esclavos, cómo lograron su libertad, se arraigaron y contribuyeron a modelar el carácter americano.
Párrafo aparte para los Museos de Williamsburg: albergan extraordinarias colecciones de objetos cotidianos y raros tesoros que al mismo tiempo nos cuentan la historia de las manos que los sostenían. Son tres museos: Museo de Artes Decorativas DeWitt Wallace, Museo de Arte Popular Abby Aldrich Rockefeller y el Salón Bassett.
Por ejemplo el Museo de Arte Popular Abby Aldrich alberga la habitación de Carolina, una habitación del siglo XIX perfectamente conservada y pintada y una amplia colección de arte colonial y popular, como platos decorados, objetos de cerámica, vidrio o metal, muebles, pinturas, grabados, armas de fuego, y textiles; también instrumentos musicales populares y los tradicionales muebles pintados. En el Museo de Artes Decorativas Dewitt Wallace se pueden ver muebles americanos, cerámicas, obras de arte e ingenio y muestras controversiales sobre la Declaración de la Independencia.
Es muy fácil llegar a Williamsburg, que se encuentra a mitad de camino entre Richmond y Norfolk por la carretera I-64. Si viajan en avión, hay tres aeropuertos internacionales muy cerca:Newport News-Williamsburg, Norfolk y Richmond. En tren o autobús pueden realizar las conexiones en Washington DC. Si la idea es quedarse, aquí hay opciones de alojamiento para todos los gustos y presupuestos, inclusive la experiencia de alojarse en una auténtica casa colonial.
Foto: Williamsburg Colonial