Sandia Peak

El funicular de Sandia Crest realiza el recorrido más largo del mundo en este tipo de transporte, viajando sobre profundos cañones y paisajes espectaculares del desierto: 2,7 millas que representan un ascenso de cuatro mil pies en quince minutos a lo largo de los cuales se desplegará a nuestros pies toda la dramática belleza del desierto.

El punto más alto del funicular, Sandia Peak, a diez mil pies de altura, se encuentra en el Bosque Nacional Cibola y nos ofrece una vista panorámica de 11.000 Km2, con el Valle del Río Grande y la Tierra del Encanto, al este de Albuquerque, estado de Nuevo México.  Sandia Peak es también un centro de esquí en el invierno.  Precisamente la idea del funicular fue inspirada por la necesidad de transportar a los esquiadores hasta las pistas cubiertas de nieve, combinando el transporte desde la ciudad hasta el propio centro de esquí.

Cariñosamente apodado “el tranvía” por sus adeptos, este funicular ya ha transportado más de nueve millones de pasajeros hasta Sandia Peak y es una de las atracciones turísticas más populares de la región y al mismo tiempo una maravilla de la ingeniería; corre sobre la cara oeste de las montañas Sandia, de piedra granítica en la que la erosión ha dibujado torres y acantilados, poblada de álamos, pinos, encinas y abetos y habitada por muchas especies de animales; desde las ventanillas del funicular podremos descubrir osos o ciervos en los profundos cañones.

La construcción del funicular de Sandia Crest fue un verdadero desafío, por lo escarpado del terreno y las alturas que se debían superar; fue construido por una empresa suiza que instaló su primer funicular en el año 1888.  Solamente el tendido de los cables desde la ciudad hasta la cima de la montaña demandó cinco meses de trabajo, y la construcción total duró dos años.  Los cables del tranvía se apoyan en sólo dos torres entre las terminales, una de 232 pies de altura a más de siete mil metros de altitud, y la otra inclinada en un ángulo de 18°, a 80 pies de altura y a una impresionante altitud de casi nueve mil metros; para su construcción tuvieron que utilizarse helicópteros, ya que era muy difícil construir un camino hasta allí.

Una vez en la estación de Sandia Peak, podemos visitar el Bosque Nacional Cibola, con sus formaciones rocosas naturales, vegetación y vida silvestre. Y para recuperarnos de tantas emociones, una comida reparadora en el restaurante que se encuentra en la cima de Sandia Peak.

Foto: Funicular de Sandia Peak

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