En 1897, el presidente Grover Cleveland creó la Reserva Forestal predecesora de la actual, cuya historia es una fascinante mezcla de personas, historias, paisajes y recursos.
El bosque se denomina Uinta-Wasatch-Cache , en homenaje a los nativos y colonos; Wasatch significa en la lengua nativa Ute “lugar bajo en la alta montaña” y por su parte “cache” es una palabra en francés que significa “ocultar” y es un legado de los primeros cazadores de pieles europeos que visitaron la región, pues habían excavado unas cuevas en el valle para ocultar y asegurar el producto de su caza hasta poder comercializar las pieles.
Pueden verse afloramientos de las antiguas formaciones rocosas de Utah en el Complejo Farmington, donde se encuentra un enebro que se calcula tiene alrededor de 1500 años y es el árbol con vida más antiguo de las Montañas Rocosas. También se pueden descubrir evidencias de los antiguos océanos, volcanes y glaciares que formaron el bosque como las terrazas y faldas de la montaña que señalan las costas del antiguo Lago Bonneville.
Mucho antes de la llegada de los europeos, el lugar estaba habitado por tribus de pueblos originarios, pero actualmente un Monumento recuerda a los pioneros mormones que se establecieron en el lugar en 1847, construyendo un templo con rocas extraídas de las montañas. También se sirvieron de los recursos del bosque para su supervivencia, instalando hornos y aserraderos cuyos rastros se pueden encontrar a lo largo del bosque. La creación del Bosque Nacional Wasatch vino a proteger y remediar en parte el deterioro causado por estas actividades, y la programación actual tiene como objetivos proporcionar oportunidades de observación de la naturaleza, fomentar una visión ética y contribuir a las economías locales.
Hay muchísimo para ver y hacer en este Bosque: campings, aventura, soledad y hermosos paisajes para disfrutar y fotografiar. Cuenta con áreas de campamento, pesca y caza, senderos para recorrer a pie o a caballo, ríos en los que practicar la navegación y el piragüismo y montañas para esquiar en invierno o escalar en verano.
Si te consideras un amante de los bosques, puedes unirte a la Asociación de Amigos, un programa gratuito que ayuda a la Fundación Nacional de Bosques y el Servicio Forestal a comunicarse con los ciudadanos que están preocupados por la protección de los bosques, cooperando con las actividades recreativas y oportunidades de aprendizaje que brinda el Bosque Nacional.
Foto: Climb Utah
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