Esta auténtica aldea victoriana es el pueblo dentro de su estilo mejor conservado en California, engarzada como una joya entre dos antiguos bosques de secoyas.
Llegar a la villa victoriana de Ferndale es como un viaje hacia atrás en el tiempo; su arquitectura está magníficamente conservada y toda la aldea es considerada un Lugar Histórico. Pasar un día aquí es una experiencia fascinante. Se pueden explorar los negocios de estilo antiguo, tiendas de antigüedades, galerías de arte y talleres como una herrería que aún trabaja al viejo estilo o la elaboración de dulces a la vista, así como recorrer sus calles y observar las espléndidas mansiones restauradas y embellecidas con cuidados jardines.
Una casa para visitar es Fern Cottage, construida por José y Zipporah Russ en 1866 y en la que la familia ha vivido por más de cien años. Actualmente es un lugar histórico y una de las pocas casas de California que conserva el mobiliario y enseres originales.
¿Sabías que una mini-Ferndale se encuentra en el parque temático Legoland ? Una réplica de la villa completa se encuentra en Miniland junto con la reproducción de otros sitios más conocidos de América.
En Ferndale nos esperan además otras sorpresas, como un paseo a lo largo de la costa, un viaje en un auténtico barco de pescadores de anguilas por el delta, conocer su museo y disfrutar de la amabilidad de su gente y su estilo de vida tranquilo, como en los viejos tiempos. A fines del siglo XIX Ferndale era un centro agrícola que recibía inmigrantes de los lugares más remotos, como escandinavos, suizos, italianos y portugueses; actualmente es una comunidad próspera y trabajadora que se enorgullece de su patrimonio cultural.
Actualmente el pueblo es sede de numerosos eventos culturales, coloridos festivales y celebraciones tradicionales de los inmigrantes, como la Feria del Condado de Humboldt, el Desfile de tractores, el Mercado de Agricultores de los sábados y competencias deportivas.
La Navidad es un momento mágico en Ferndale: los niños decoran árboles de Navidad en Main Street y los bomberos voluntarios cuelga más de 900 luces de un enorme abeto al final de la calle principal, transformándolo en el árbol de navidad iluminado más alto de América.
El viaje hasta la villa victoriana de Ferndale forma parte del paseo. La ruta desde Sacramento o San Francisco ofrece hermosas vistas; pero también se puede llegar tomando un vuelo hasta el aeropuerto de Arcata, Eureka.
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