La arquitectura no es ni ha sido una de mis pasiones y me siento con poca autoridad para hablar al respecto, pero con ojos de un observador cualquiera, la belleza arquitectónica de la Casa Blanca, la sede del gobierno de los Estados Unidos, me parece imponente, destacable, suprema.
Al margen de cualquier consideración política, millones de turistas visitan la Casa Blanca todos los años, ésta es la residencia más visitada en los Estados Unidos. Y la verdad es que lo merece, sus instalaciones son formidables y todo amante de la cultura, el diseño y la arquitectura debería apreciar en directo el esplendor de la casa más representativa de la democracia estadounidense.
Fue diseñada por James Hoban, un arquitecto irlandés que siguió las directivas del mismísimo George Washington, quien la quería de estilo renacentista, recordemos que el diseño de Washington DC en su conjunto, tuvo una fuerte influencia de la arquitectura europea, especialmente de Francia.
Evidentemente se la llama La Casa Blanca porque el edificio es blanco, aunque ha tenido por nombre oficial el de “Palacio Presidencial” y la “Mansión Ejecutiva”. Pero se quedó con Casa Blanca después de que el presidente Theodore Roosevelt la llamara así.
La Casa Blanca fue inaugurada en 1800 por el presidente Adams, pero ha tenido dos remodelaciones para expandirla. Por cierto, se encuentra ubicada en la Avenida Pensilvania 1600, en el norte de Washington DC.
Eso si, lo mejor de todo es que el acceso a la Casa Blanca es gratuito, como a la mayoría de edificios gubernamentales ubicados en Washington.
Ahora bien, una recomendación… Tu experiencia de la Casa Blanca mejorará si luego te diriges a la calle 15th, al Centro de Visitas de la Casa Blanca, donde encontrarás paneles explicativos sobre todo lo que se encuentra en la famosa residencia presidencial.
Para obtener mayor información sobre cómo visitar la Casa Blanca, puedes visitar la web oficial del gobierno estadounidense: www.whitehouse.gov
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