El Cañón del Chaco, ubicado en Nageezi, estado de Nuevo México, fue un importante centro de la cultura Anasazi que floreció entre los años 850 y 1250 de nuestra era. Sorprende e impacta al visitante con sus notables edificios de varios pisos, estructuras ceremoniales y monumentales obras de albañilería orientadas hacia los ciclos astronómicos del sol y la luna que habían observado durante siglos.
Para preservar esta impactante riqueza cultural y natural, se ha creado el Parque Nacional Histórico de la Cultura Chaco que les invitamos a conocer.
La arquitectura es uno de los aspectos más destacados de esta cultura: construyeron complejos de cientos de viviendas, comunicados por caminos cuidadosamente diseñados. Ya se han identificado trece grandes sitios y cientos de otros más pequeños, como Pueblo Bonito, que estuvo habitado entre los años 850 y 1200.
Es el más grande: cuatro pisos, seiscientas habitaciones y cuarenta “kivas”, recintos circulares con finalidades de culto o comunitarias. Chetro Ketl tenía 500 habitaciones, 16 kivas y una inmensa plaza elevada. Los más tardíos fueron Pueblo del Arroyo, con 280 habitaciones, y Kin Kletso, de cien habitaciones, y existieron inclusive hasta comienzos del siglo XIII.
Hay muchísimo para ver y hacer dentro del Parque. Nuestra visita debe comenzar por el Centro de Visitantes, donde nos esperan un museo y la oficina de información; cuenta también con un auditorio, librería y tienda de regalos. Junto al parque de estacionamiento hay mesas de picnic y refugios a la sombra.
Del Centro de Visitantes parten los accesos pavimentados a los cinco principales sitios del Parque: son senderos autoguiados cuyos recorridos impresos están disponibles en el estacionamiento y en la librería. También se pueden realizar cuatro caminatas a los sitios más alejados, de libre acceso para el visitante.
Es interesante recorrer los caminos pavimentados en bicicleta, ya que esto nos permitirá ver más lugares del Cañón y vivir una experiencia diferente; lugares como Wijiji y Casa Chiquita e inclusive los senderos sin pavimentar, también pueden ser recorridos en bicicleta.
Si llegan entre mayo y octubre, podrán disfrutar de las excursiones y programas nocturnos que proponen observar el espectacular cielo nocturno de Nageezi.
En el Cañón Chaco, en medio del desierto, con su estremecedora belleza, parece imposible que una cultura pudiera enraizarse y florecer; sin embargo fue lo que sucedió en este valle, y hoy se sabe que el pueblo Anasazi tenía una compleja organización y un alto nivel comunitario, diferente a cualquiera otra vista hasta ahora. Sus técnicas de albañilería eran únicas, y los complejos habitacionales eran planificados en vez de construirse nuevas casas de acuerdo a la necesidad.
Además tenían sofisticados sistemas hídricos y de comunicación. Quizás nunca llegue a develarse el enigma de la cultura Chaco, pero sí se puede percibir el profundo significado espiritual que tenía su estilo de vida lo que significa la preservación para sus descendientes.
El Parque Nacional Histórico de la Cultura Chaco está ubicado en un lugar desértico y aislado al que sólo se puede llegar por caminos de tierra; están en buen estado, pero durante la temporada de lluvia pueden volverse intransitables.