El Museo Nacional del Aire y el Espacio, en Washington DC, nos cuenta la asombrosa historia de la aeronavegación y la exploración del espacio en los Estados Unidos; alberga cientos de originales objetos, algunos históricos como el Wright Flyer de 1903 o el módulo de comando de la nave Apolo 11, y hasta una roca lunar que se puede tocar.
El Museo Nacional del Aire y el Espacio posee veintidós salas de exposiciones, un simulador de vuelo, tienda y restaurante; todos los días es visitado por cientos de estudiantes y escolares ya que posee programas educativos gratuitos. Una de sus principales atracciones es la recreación de la colisión cósmica que, hace 65 millones de años, provocó el fin de la era de los dinosaurios; es una muestra de luz y sonido que se ofrece en el Planetario Albert Einstein, junto con la tradicional observación de las estrellas de cada noche.
Uno de los lugares preferidos por los más chicos es “How Things Fly”, con fascinantes demostraciones interactivas acerca del vuelo y concursos de aviones de papel. Otra galería está dedicada a los hermanos Wright, pioneros de la aviación norteamericana, donde se encuentra el legendario avión de 1903 y otros ciento setenta artefactos.
La sección dedicada a la exploración del espacio es impresionante; una sala nos habla de la legendaria “Carrera espacial”, la competencia entre los Estados Unidos y la desaparecida Unión Soviética por la conquista del espacio; incluye reproducciones a escala real del Telescopio Espacial Hubble y de la estación espacial Skylab que se pueden visitar y caminar dentro de ellas; también los trajes espaciales de los primeros astronautas, en una exposición sobre la gesta del viaje a la Luna.
Otras exposiciones ayudan a comprender mejor el planeta y el Universo a través de fotografías aéreas e imágenes satelitales y la historia de las exploraciones planetarias, con una reproducción en tamaño natural de la nave espacial Voyager que viajó a lugares tan lejanos como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Por otra parte, una reproducción de la Esfera de Tycho nos permite ver el universo como lo vio el astrónomo danés Tycho Brahe quien inventó este dispositivo a fines del siglo XVI para determinar las coordenadas celestes.
Este Museo fue creado en el año 1974 y pertenece al Instituto Smithsoniano; su colección de aviones históricos y naves espaciales es la más grande del mundo. Es uno de los principales centros de investigación histórica sobre la ciencia y la tecnología de la aviación y alberga el Centro de Estudios de la Tierra y los Planetas, que realiza investigaciones sobre la geofísica terrestre y la teledetección de los cambios ambientales.
Se encuentra en Independence Ave at 6th Street, SW Independence, Washington DC; está abierto todos los días desde las 10 de la mañana hasta las 5.30 de la tarde y la entrada es gratuita.
Foto: Wiki Commons