La Gran Manzana cuenta con uno de los sistemas de metro más extensos y utilizados del mundo y un escenario perfecto donde conocer gente de todo tipo. Un total de 26 líneas y casi 500 estaciones por las que pasan cada día cerca de cinco millones de usuarios que esconden mil y una historias.
Números, letras y colores. A primera vista, para aquellos que pasan por primera vez unos días en hoteles en Nueva York, el metro de Nueva York es un auténtico lío a causa de los códigos que vuelven locos a diario a muchos turistas y a un sinfín de recién llegados que sueñan con, algún día, moverse como pez en el agua —cual auténtico neoyorquino— por las líneas de este suburbano donde todo es posible.
¿A quién no le costaría entender que la línea azul está dividida en tres líneas, que difieren según donde empieza y acaba cada una, y depende de si realiza paradas exprés o locales? Demasiadas cosas a tener en cuenta. Por dos dólares, entramos en la maraña del ’subway’ neoyorquino y te mostramos nuestro viaje en imágenes.
Más allá de la imagen que las series de televisión o el cine han ofrecido durante décadas, el metro de Nueva York hace tiempo que dejó de ser el hogar del crimen, y hoy es el lugar idóneo para descubrir qué se cuece en la ciudad. Es enorme y no cierra nunca.
Está abierto las 24 horas del día y todos los días del año, aunque de noche las líneas express no existen y los trenes pasan a menos frecuencia. Cuando hay que limpiar las instalaciones o hacer obras de mejora, se suele cerrar parcialmente esa estación en concreto durante la madrugada o las mañanas de los fines de semana, para causar menor impacto.
Los usuarios destacan por su heterogeneidad: ejecutivos, obreros, estudiantes…todos los neoyorquinos se mueven habitualmente en un metro con más de 1.500 millones de viajes al año, el cuarto más transitado del mundo. Podría parecer que por ser el metro de la capital del mundo, es uno de los mejores. Lo cierto es que la mayoría de los vagones son antiguos y no cuentan en muchos casos ni con calefacción o aire acondicionado.
Además, las estaciones de Nueva York suelen estar sucias y algo abandonadas. El metro de Madrid, por ejemplo, tiene mejor calidad, pero la espectacularidad del suburbano neoyorquino no la iguala nadie. Eso si, aunque los billetes no son muy caros, hay publicidad por todas partes. ¡Buen Viaje!
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