Esta encantadora casa fue una de las cómodas granjas de estilo victoriano de Hartford, Connecticut, en la que se estableció una comunidad de escritores cuyas casas han sido restauradas.
Desde sus orígenes en 1633, Hartford no sólo se ha convertido en capital del Estado sino en una ciudad que posee una variada oferta turística para los entusiastas de la historia y la cultura, un centro de arte y entretenimiento, una revitalizada zona de ocio frente al río y unos parques y jardines públicos preciosos.
Aquí, en Hartford, el célebre escritor creó los personajes Huck Finn y Tom Sawyer y sus increíbles aventuras, mientras que otros escritores como Harriet Beecher Stowe, luchadora antiesclavista y autora de la entrañable novela “La cabaña del tío Tom” o Noah Webster, considerado el padre de la escolaridad y educación norteamericanas con cuyo libro de primeras letras aprendieron a leer generaciones enteras, también vivieron en Hartford y sus casas están abiertas al público.
La casa y museo de Mark Twain propone una animada serie de eventos y exposiciones para todos los públicos mostrándonos la vida de este escritor cuyo nombre verdadero fue Samuel Langhorne Clemens y publicó más de 30 libros, cientos de historias cortas y ensayos y dio conferencias en todo el mundo, reconocido como el escritor que realmente captó en sus obras el espíritu norteamericano al que en realidad muchas veces criticó, con humor y estilo.
Sam Clemens y su esposa se mudaron a Hartford en 1871; la casa fue diseñada por el arquitecto neoyorquino Edward Tuckerman Potter y allí vivieron veinte felices y productivos años. En 1891 se vieron obligados a viajar a Europa y ya nunca volvieron a la casa de Hartford, que fue vendida en 1903.
Es una notable mansión victoriana que cambió varias veces de dueño y tuvo distintos usos hasta que la asociación de “Amigos de Hartford” consiguió que se iniciara su restauración para el centenario. Fue designada como Patrimonio Histórico Nacional en 1963 y en 1977 obtuvo el premio David E. Finley por la ejemplar restauración.
Uno de los elementos más importantes es su conexión con el entorno natural, ya que en un marco de singular belleza la casa parece crecer y formar parte del paisaje en total armonía, suavemente apoyada en la ladera; la parte exterior refuerza este concepto ya que la decoración se define por los elementos naturales: mariposas, flores, ramas, ardillas, trayendo ese paisaje que puede verse desde cualquier punto de la casa, hasta su propio corazón.
La casa se encuentra en 351 Farmington Ave, Hartford, Connecticut; recomendamos consultar horarios de visita ya que varían según la época del año.
Foto: Diario del viajero