Este inmenso parque en Port Angeles, estado de Washington, tiene varios méritos: fue designado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1976 y reconocido como Patrimonio de la Humanidad en 1981. De todos modos ya había sido declarada Reserva forestal en 1897, incluyendo la mayor parte de la Península Olympic, para luego convertirse en Bosque Nacional.
Custodiado por las heladas montañas Olympic, con su pico más alto de 7.965 pies, aquí se encuentran los bosques húmedos más antiguos del hemisferio occidental, y uno de los últimos relictos de la primitiva línea costera fuera de Alaska.
El actual parque se formó hace entre 12 y 30 millones de años, sus glaciares alimentan doce ríos y doscientos arroyos y sus laderas y valles están cubiertos por los más grandes e intactos bosques de coníferas de los 48 estados.
El Parque Nacional Olympic es el hogar de más de 300 especies de aves y 70 especies de mamíferos; uno de sus mayores tesoros son los 5000 alces Roosevelt, una vez en peligro de extinción, que ahora vagan por los bosques de las tierras bajas y puertos de montaña cubiertos de nieve. Las aguas costeras acogen leones marinos de Steller, focas, la rara orca gris, ballenas jorobadas y ballena Minke, que llegan aquí en sus largas rutas migratorias para descansar y reproducirse.
Hay muchísimo para ver y hacer dentro de este Parque de 922,000 ha., como senderismo, bicicleta, turismo en vehículos, campamentos, pesca y mucho más, con programas de actividades según el tiempo que tengan para disfrutarlo: algunas horas, un día entero o dos o más días.
Nuestra visita debe comenzar por el Centro de Visitantes en Puerto Angeles. Aquí se ofrece una película de orientación, exposiciones sobre el Parque y hay personal especializado. Los puntos más cercanos al Centro son Hurricane Ridge, donde se pueden observar los bosques subalpinos, las praderas abiertas y, si el día está claro, espectaculares vistas de las montañas y el estrecho Juan de Fuca; el Lago de la Media Luna, un espectacular lago glaciar tallado en la roca, y la playa Rialto, donde las olas rompen en las islas sobrevoladas por impresionantes águilas calvas.
Si la idea es quedarse, a lo largo de la carretera 101 y en la ciudad de Puerto Ángeles encontrarán todo lo necesario para comer y descansar. Dentro del Parque hay un camping y las ofertas incluyen ¡caminatas nocturnas por el desierto!
Es muy fácil llegar al Parque Olympic por la carretera 101 que rodea la península; desde Seattle pueden tomar la I-5. También se puede llegar en ferry o transbordador desde Victoria, British Columbia. Si prefieren volar, el aeropuerto internacional de Seattle-Tacoma es el aeropuerto grande más cercano, y desde allí se puede tomar un servicio hasta el Internacional de Fairchild en Port Angeles.
Foto: Parque Nacional Olympic