La isla de Kodiak se trata de una enorme isla que se encuentra ubicada en el estado de Alaska, sobre el Océano Pacífico. Tiene una extensión de 8.975 km² y se alza con el título de segunda isla más grande de todos los EEUU.
Si bien muchos viajeros prefieren tomarse un vuelo para llegar a la isla, también vale la pena tener en cuenta que hay muchas opciones por vía marítima para llegar, con guías a cargo para recorrer los canales. El centro de la isla es la ciudad de Kodiak y se trata del punto de partida elegido por casi todas las excursiones que buscan entrar de lleno a la selva. Es que justamente el paisaje natural, la fauna y la flora es lo que hacen de la isla un lugar realmente único.
Algo muy característico en el lugar y que le ha dado fama internacional es la presencia de los osos Kodiak (Ursus arctos middendorffi), cuyos rostros son casi la marca registrada en la isla. La Reserva Nacional de Vida Silvestre ocupa más de dos tercios de la superficie total de la región y alberga a aproximadamente un total de 3000 de estos osos, nativos de la isla. Se trata de una subespecie del oso pardo y que llama la atención por su gran tamaño.
También hay muchas otras especies de animales que podrás ver de cerca, como los cangrejos Kodiak, zorros y nutrias, además de una gran variedad de aves, como por ejemplos águila pescadora, búhos, águilas calvas, entre otros. La pesca es la actividad económica de mayor importancia, por lo que te podrás encontrar con muchas especies de peces, entre las que predominan salmón y el fletán del Pacífico. Otras actividades económicas importantes en la actualidad son la explotación de minas de cobre, la tala y la ganadería.
La isla también cuenta con un apodo, el de “La Isla Esmeralda”, ya que se encuentra rodeado de bellas montañas verdes y bosques espesos.
Para conocer un poco más la historia de este lugar te recomendamos que visites el Museo Alutiiq, que se especializa en la vida de los pueblos indígenas de la región, que principalmente han logrado subsistir a través de la caza, la pesca y la agricultura. También no puedes dejar de pasar por el Museo Baranov, que cuenta la historia del asentamiento ruso en la isla en el año 1784 y lo que sucedió de allí en adelante.
Foto Vía: Alaska-in-pictures