En la bahía de San Francisco hay un rincón oculto, una gruta en la accidentada costa escondida a la vista de la mayoría; se encuentra detrás de un risco. Se trata de la cueva Ayala, que nos lleva hasta Isla Ángel, custodiada por el Monte Livermore.
Parque estatal desde 1958, la isla es varias veces mayor y mucho más pintoresca que hermana de piedra Alcatraz, el sitio de la infame cárcel abandonada desde 1963. Hace seis mil años era territorio de la tribu de cazadores Miwok, y sirvió como base militar desde la Guerra Civil hasta la guerra fría. Tuvo también el mismo papel que la Isla Ellis: recibir a miles de inmigrantes que eran retenidos aquí antes de ser admitidos en los Estados Unidos o deportados.
Se llega a esta isla en ferry, desde San Francisco, Marin u Oakland; lo mejor es recorrerla toda a pie o en bicicleta desde el muelle del ferry, comenzando por el Centro de Visitantes; la mayoría prefiere el lado occidental, donde se encuentra el parque Camp Reynolds y se pueden ver antiguas barracas restauradas de la Guerra Civil.
Isla Ángel ha sido elegida por muchos intelectuales que residen en Sausalito, verdadero enclave artístico; más al oeste están los farallones del Condado de Marin sobre el Pacífico y el puente Golden Gate. Aquí veremos la playa norte y monumentos como la Pirámide Transamérica.
La cara sur de la isla con sus playas de arena mira hacia la bahía; al norte está Oakland, la ciudad universitaria de Berkeley y su campanario visible desde varios kilómetros. El ascenso al monte Livermore es una caminata de dos horas de duración, de dificultad media, que nos recompensa con impresionantes vistas de la bahía.
Aquí se encuentra el fuerte McDowell, construido en 1890, que sigue en pie, y que durante la Segunda Guerra Mundial fue el paso obligado de más de 300.000 soldados; todas las instalaciones militares fueron desmanteladas en 1962.
Pero las historias más fascinantes se cuentan en el noreste de la isla, donde se encuentra la Estación Migratoria, que albergó inmigrantes durante meses, como las familias chinas que llegaron de la aldea de Shen Cheung en 1937. De hecho, por la isla Ángel pasaron 175.000 inmigrantes chinos entre 1910 y 1940, cuando se cerró el Centro de Inmigrantes. Dramáticas inscripciones en las paredes dan cuenta de las peripecias sufridas por los inmigrantes en la isla. Actualmente hay un museo y desde 1997 es uno de los dos únicos lugares de interés histórico nacional relacionados con Asia. El Museo es parte de la historia de la nación y de los inmigrantes de todo el mundo y todas las épocas que ayudaron a construirla.
Foto: Photobucket
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