Tren a vapor de Chattanooga

“The Chattanooga Choo-Choo” es una canción del año 1941, de Irving Berlin, que inmortalizó los viajes en tren de comienzos del siglo XX en el valle de Tenneessee, y este Museo del Ferrocarril que hoy les invitamos a conocer, nos permite revivir esa increíble experiencia y disfrutar de impactantes paisajes.

En 1959, un pequeño grupo de entusiastas del ferrocarril de Chattanooga, la cuarta ciudad en importancia del Estado de Tennessee, decidió organizar este Museo recuperando locomotoras, trenes y equipamiento. En 1969 consiguieron un terreno de 4 acres al este de Chattanooga, entre las abandonadas vías del antiguo Ferrocarril del Sur, y un túnel de operaciones también desactivado.

Actualmente es el único museo ferroviario del mundo que cuenta con un servicio regular de pasajeros en un tren tirado por una locomotora de vapor que es el sello de identidad de Chattanooga y una de sus principales atracciones turísticas, invitando a los pasajeros a abordar el Missionary Ridge, encabezado por la locomotora 610, en la estación Grand Junction.

Los pasajeros hacen el viaje en un coche restaurado que mantiene el estilo de la época, acompañados por los resoplidos de la locomotora; uno de los momentos más emocionantes es el paso por el túnel de cambios y también la llegada a la Estación Oriente, donde se debe esperar a que la locomotora de la vuelta para ponerse nuevamente al frente de la formación, una delicia para los entusiastas de los viajes en tren.

Otras atracciones son el viaje a Chickamauga, un recorrido de seis horas de duración que incluye una excursión por el centro de la ciudad, en un tren con locomotora diesel de la década del 60 del siglo pasado.
También la popular excursión al Dixieland, un viaje de 100 kilómetros especial para hacer en otoño, desde Grand Junction hasta Summerville, en Georgia, viajando igual que los pasajeros de 1950.

Un paseo realmente impresionante es el recorrido por la garganta del Río Hiwassee, combinado con un trayecto a caballo por la parte superior del cañón, pasando por un puente; fue una línea de pasajeros y luego de carga para ser abandonado completamente en el año 2001.

El Museo del Ferrocarril de Chattanooga está pensado también para los más chiquitos: todos los años un viaje al Polo Norte para ver a Santa, con la única condición de que los niños hayan sido buenos. Durante el recorrido, el Expreso Polar ofrece bebidas y galletas para los niños que tengan ganas de comer algo durante el viaje que dura 75 minutos.

El Museo del Ferrocarril  se encuentra en el 4119 de la Avenida Cromwell, Chattanooga y se deben consultar tanto la época de apertura como los horarios de los viajes.

Foto:

  • No hay comentarios todavía ...