Novecientas cincuenta mil libras de cobre fueron utilizadas para recubrir un impactante edificio que, a lo largo de una década, perdieron su brillo para tomar un tono canela y luego un verde intenso que se confunde con los árboles que lo rodean. Es el Museo de Young, uno de los lugares más apreciados por los habitantes de San Francisco, con sus colecciones de arte americano, africano y de Oceanía.
Nos recibe en su espacioso vestíbulo, decorado con maderas nativas y piedra italiana, y dos jardines poblados de eucaliptos y helechos. Alberga en total 25.000 obras, parte de las cuales se exhiben en las galerías de la explanada y los niveles superiores. La luz juega un papel fundamental en cada una de las salas y en el lado oeste hay un parque de esculturas.
Se encuentra en el 50 Hagiwara Tea Garden Drive, en el Parque Golden Gate. Fue diseñado por los arquitectos Herzog y de Meuron, de Basilea y San Francisco, y los paisajistas fueron los arquitectos Fong y Chan de San Francisco. Los materiales principales son cobre, piedra, madera y vidrio, complementándose con el entorno natural; los paneles vidriados borran el límite entre el interior y el exterior, y las cuatro grandes entradas públicas siguen los senderos naturales del parque.
En 1850, las fábricas de algodón de Lowell, en Massachusetts, producían anualmente tela suficiente ¡como para rodear la tierra dos veces! La ciudad y sus fábricas textiles representan la primera experiencia de una gran ciudad industrial planificada en la historia de los Estados Unidos. En el siglo XIX Lowell marcó el comienzo de una nueva era de innovación tecnológica en la fabricación de textiles, iniciando así el camino de las modernas corporaciones y el movimiento de trabajadores.
Para saberlo todo acerca del pasado industrial de esta ciudad llamada la “Venecia de los Estados Unidos” por su extenso y tecnológicamente avanzado sistema de canales, lo mejor es visitar el Parque Lowell, un imponente complejo industrial construido en 1873 que actualmente alberga una planta de telares con 88 máquinas.
Allí se recrea la febril atmósfera de los talleres textiles en la década del 20 del siglo pasado. Cuenta con exposiciones sobre la Revolución Industrial americana, la historia de Lowell y hasta ofrece una película llamada “Las Ruedas del Cambio: el Primer Siglo de Industria Americana”, sobre las duras condiciones de trabajo de los obreros a comienzos del siglo XX.
Atlanta, capital del Estado de Georgia, al sur de los Estados Unidos, con sus más de 500.00 habitantes, forma parte del GAMSA, un área metropolitana habitada por cinco millones y medio de personas que ocupa el noveno lugar en población del país. Sin embargo, no siempre fue así. Si quieres hacer un viaje en el tiempo y saber cómo era la ciudad de Atlanta en el siglo XIX, ¡sólo tienes que descender unos escalones bajo la estación de Georgia!
Allí, en el año 1990, se recrearon seis manzanas de la antigua ciudad de Atlanta con sus salones, tiendas y restaurantes: una verdadera ciudad en el subsuelo de la ciudad en la que puedes pasar un día completo con entretenimiento, cultura y diversión, como recorridos históricos, el Museo del Cine Hispanic, patio de aventuras y mucho más.
Cuando se comenzó a construir el ferrocarril de Georgia, en 1836, se tendió una línea entre Atlanta y Chattanooga; el mojón número cero puede verse hoy en día en el Underground Atlanta, bajo el depósito de mercaderías de la estación de Georgia. Después de la Guerra Civil, Atlanta se convirtió en el centro cultural y comercial del sur de los Estados Unidos, con mucha actividad sobre la Avenida Alabama.
Doscientas cincuenta habitaciones, once millones de ladrillos; una escalera en espiral de 102 peldaños; una araña de hierro suspendida de único punto con 72 bombillas de luz eléctrica…
Es la Casa Biltmore, un castillo de estilo francés que se terminó de construir en 1895, rodeada de hermosos jardines diseñados por el renombrado arquitecto paisajista Frederick Law Olmsted; se encuentra en Asheville, en el condado de Buncombe, estado de Carolina del Norte, y pertenece a la tradicional familia Vanderbilt.
La Casa Biltmore fue en su momento uno de los emprendimientos más grandes de la historia de la arquitectura residencial estadounidense y causó asombro y admiración. La construcción se extendió a lo largo de seis años en los que toda una comunidad trabajó para construir la casa más importante del país. Tenía su propia fábrica de ladrillos y maderas e incluso su propio tren de tres millas para transportar los materiales hasta el lugar de la construcción.
¿Sabías que el trayecto entre Baltimore y Ohio fue el primer recorrido ferroviario de los Estados Unidos? La primera piedra de un futuro que quizás muchos no imaginaban, fue colocada el 4 de julio de 1878 y se puede ver en este gran museo junto con infinidad de objetos pequeños y grandes locomotoras que presentan todos los aspectos del desarrollo del ferrocarril estadounidense y su impacto en la sociedad.
Para vivir a pleno la experiencia, la magia y la aventura del ferrocarril en el este de los Estados Unidos, lo mejor es visitar el Baltimore & Ohio Railroad Museum, creado para preservar el legado físico y cultural del ferrocarril de América, e interpretar y presentar su historia a la mayor audiencia posible, y también resaltar la importancia del ferrocarril en Baltimore, en el Estado de Maryland, y en toda la región.
En realidad, el Museo nació en el siglo XIX, con una exposición sobre el ferrocarril en Baltimore; la exposición sobrevivió al y creció hasta convertirse en un tesoro nacional. Actualmente Baltimore-Ohio es considerada la cuna del ferrocarril de América y la colección del museo, la más antigua y amplia del mundo del ferrocarril.
Coney Island ya no es una isla separada del continente pero lo fue; aquí había un pequeño riachuelo que quiso ser una vía navegable.
Durante el siglo XX se intentó su dragado y ensanche, pero más adelante la ría fue rellenada para construir la carretera de circunvalación de la ciudad de Nueva York. Aunque hay varias teorías acerca de su nombre, una de las más aceptadas es que proviene del holandés Conyne Eylandt o Konijin Eiland, la Isla del Rey o Isla Real.
En realidad Coney Island se destaca por su gran playa y en el siglo XIX era el balneario de moda para los habitantes del centro de Nueva York; sin embargo empezó a ser considerada un lugar de mala fama. A pesar de que se construyeron grandes hoteles de lujo, impactantes obras de arquitectura, puentes, extensiones ferroviarias, trenes elevados y parques de diversiones, la afluencia de visitantes comenzó a decaer y entró en declive después de la Segunda Guerra Mundial.
¿Quién no ha sentido alguna vez, al visitar una ciudad, el deseo de sentirse parte de sus habitantes aunque sea por unas pocas horas? Es que las guías turísticas incluyen los lugares más emblemáticos y los que todo turista debe ver, pero cada ciudad tiene rincones secretos que sólo sus residentes conocen y que guardan su verdadera esencia.
Para descubrir y disfrutar la ciudad de Nueva York como un neoyorquino más, te invitamos a analizar juntos la propuesta de Global Greeters, una asociación de anfitriones voluntarios que te permitirán experimentar la ciudad desde una perspectiva diferente.
Más de cincuenta ciudades en todo el mundo han adoptado el programa de Global Greeters construyendo una gigantesca red de voluntarios que comparten los modernos conceptos del turismo sostenible y el conocimiento e intercambio entre diferentes culturas. Esta asociación fue fundada en 1992 en la Gran Manzana por Lynn Brooks, que deseaba presentar a Nueva York ante el mundo como lo es: un pequeño gran barrio, con sus tiendas, lugares divertidos y habitantes amistosos.
En el año 1848, en Seneca Falls, estado de Nueva York, ocurrió un hecho inspirador para las mujeres de todo el mundo: se reunió la primera Convención de los Derechos de las Mujeres, ligada al movimiento abolicionista.
De hecho, muchas de las mujeres reformistas eran también abolicionistas, estaban casadas con miembros del movimiento abolicionista y las ideas del movimiento antiesclavista fueron tomadas por ellas para sus primeros escritos.
Para saberlo todo acerca de esta fascinante historia, lo mejor el visitar el Parque Histórico Nacional de los Derechos de las Mujeres, que incluye la casa de Elizabeth Cady Stanton, líder del movimiento de valerosas mujeres que no tuvieron miedo de ser puestas en ridículo con tal de conseguir la igualdad. El resultado de esta primera convención, fue que ¡cien personas se comprometieron públicamente a trabajar por la igualdad de derechos!
Salt Lake City es la capital y la ciudad más grande del Estado de Utah, al oeste del país. Es considerada la capital mundial de una religión, ya que fue fundada en 1847 por los mormones de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días; conserva muchas de las construcciones de aquellos tiempos, como el Templo, la Casa del León o Deseret Village. La iglesia conserva el registro familiar más grande del mundo.
Esta ciudad nos espera con una fascinante y poco común combinación de historia, cultura y recreación, desde la profunda herencia del Oeste nortemericano hasta la industriosidad y valor de los primeros pioneros. Si llegan a esta ciudad por deporte, estudios, negocios o trabajo, les invitamos a conocer el Hotel Peery, en el que nos vamos a alojar hoy.
El Hotel Peery se encuentra en el corazón de Salt Lake City; es el único hotel de la ciudad que funciona en un edificio incluido en el Registro Histórico y espera a sus huéspedes con sus más de cien años de tradición y todas las comodidades modernas. Además, se encuentra muy cerca de las principales atracciones de la ciudad, como la histórica plaza Temple Square, el centro comercial, el Planetario Clark y mucho más.
Este impactante parque es el más grande del Estado de Utah, con sus cañones erosionados, acantilados, mesetas y pendientes de rocas talladas con las figuras más extrañas: torres, pináculos, arcos y aletas que caracterizan el sudeste de Utah. Por debajo del Moab, el río Verde desemboca en el Colorado, que llega con sus fuertes rápidos de las cataratas del Cañón para desembocar en el lago Powell, antes de continuar a través del Gran Cañón.
Estos ríos están separados por Island in the Sky, una gigantesca meseta en cuyo extremo está el Grand View Point, con vistas panorámicas de los distintos niveles de cañones en todas direcciones, con sus espectaculares colores que van del rojo al rosa pasando por el naranja y tonalidades pastel cuando la luz roza el horizonte, al amanecer o a la puesta del sol.
Mil pies por debajo del Grand View Point se encuentra un banco de pálida piedra arenisca rocosa que sigue la traza sinuosa de la Meseta; más abajo todavía, los ríos Colorado al este y Verde al oeste.
Estados Unidos. Conocer sus ciudades es trasladarte a un mundo diferente: al espectáculo grandioso de Nueva York, a la aventura de sus parques nacionales; a la diversión sin límites de Las Vegas; a la clase de San Francisco; al pasado de Chicago o al lujo irreal de Los Angeles. Estados Unidos, sí, ese sueño americano...
Si queréis viajar a Estados Unidos, aquí os dejo algunos enlaces que pueden seros de utilidad:
- Para pasar la noche, un buscador de hoteles en EEUU
- Para volar, un buscador de Vuelos baratos
- Encuentra vuelos a San Francisco a precios sorprendentes
- El Museo del Vidrio de Tiffin, en Ohio
- Universidad Heidelberg, historia y cultura de Ohio
- El Salón Náutico más importante del mundo
- “Burning Man”, experiencia cultural en Nevada
- Las brumosas Great Smoky Mountains
- Busch Gardens, safari y diversión en Tampa
- Hotel La Quinta, en Bakersfield
- Portland, la ciudad de las rosas
- Nueva Orleans con niños: el Parque de la Ciudad
- El fascinante Acuario del Centro, en Denver
- Las Cataratas del Niagara, una vista impresionante
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